El Quinto Aniversario de la Misa Alegría

Por Araceli Má, Fotos de Jim Stipe

Fue el último domingo de epifanía, el 6 de Marzo que la iglesia San Esteban y la Encarnación abrió sus puertas a la comunidad latina de Columbia Heights, las seis simpáticas señoritas de la recepción daban la bienvenida a los invitados y a los feligreses de la Misa Alegría que venían a celebrar la fiesta del quinto aniversario.

Pero no siempre fue a así, hace 5 años las puertas de la capilla de San Esteban se abrieron y la eucaristía era celebrada por la Reverenda Sarabeth Goodwin. La primera Eucaristía se celebró con más de 30 personas, la misa fue apoyada al principio por miembros del Comité Romero y el coro de la iglesia San Gabriel, pero luego vino una crisis en el verano, tres meses después de la primera misa cuando a veces las únicas personas que escuchaban la misa eran por su esposo y su hija, nos cuenta la Reverenda durante el sermón con un gesto de nostalgia. Pero gracias al trabajo Espíritu Santo esta celebración se daba frente a un auditorio de casi 200 personas.

La celebración fue presidida por dos autoridades episcopales: el Rev. Frank Dunn, Sacerdote mayor de la Iglesia San Esteban y la Rvda. Linda Kaufman, Guardian Mayor de la Iglesia San Esteban.

 

Los pilares del Ministerio Latino: el Padre Felipe Wheaton, misionero en tierras latinoamericanas quien ha dedicado sus más de ocho décadas de vida a la difusión de la Iglesia Episcopal llevando la palabra y extendiendo el trabajo de nuestra iglesia a las zonas de mayor pobreza. Por su parte el Padre Daniel Robles ha creado más de 10 comunidades latinas principalmente en Republica Dominicana y en la Diócesis de Washington.

Resaltamos que en la fiesta de aniversario de la Misa alegría contó con 25% de los participantes de la congregación anglo-parlante de San esteban y la Encarnación y entre sus invitados vimos a los integrantes de las comunidades latinas de San Juan y San Mateo, demostrando la cordialidad entre los Latinos Episcopales.

La Misa Alegría es llamada así porque la congregación entera canta con entusiasmo guiado por el piano de José Aguilar.

No tengo que contarles de la fiesta que siguió al servicio, porque ya se imaginan que estuvo también muy bien organizada la cena para atender a todos los congregantes y sus invitados. La música en vivo estuvo a cargo de los hermanos Aguilar y su orquesta, pura alegría en ritmos de cumbia y bachata.