Que maravillosa experiencia es celebrar la procesión del Domingo de Ramos.

Nuestras mentes se remontan al dia en que el señor jesus revestido de amor y sabiduria entraba a Jerusalen cabalgando humildemente en uno de los animales no tan bellos en apariencia pero llenos de fortaleza para ayudar al hombre en sus faenas diarias de cultivo y acarreo.

Los feligreses de San juan marchamos entonando cantos de Honor Loor y Gloria a Jesus el rey de reyes caminando los pasillos del ya conocido parque de Lafayyette al frente de la casa Blanca acaparando la atencion de miles de turistas de todas partes del mundo.

Lo bello era recordarles la grandiosa lección del maestro de maestros al hacer su entrada triunfal al Jerusalen de ayer los cristianos de hoy lo hacemos con mucho orgullo, amor y fe para tener un mundo de justicia y paz.